Audiencia Pública
Por la Protección de los Glaciares
Este lunes 30 de marzo se llevó a cabo en el anexo de la Cámara de Diputados de la Nación la Audiencia Pública por la protección de los glaciares. El Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, advirtió que "si es necesario" recurrirá a la Corte Suprema de Justicia para garantizar la protección de los glaciares cordilleranos, porque no resguardar las fuentes de agua "es un acto criminal".
En tanto el diputado Miguel Bonasso, presidente de la Comisión de Medio Ambiente, afirmó que el veto a la Ley de Glaciares fue motivado por "intereses bastardos" vinculados a la minería, y señaló al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, como el "autor intelectual" del rechazo presidencial. Bonasso, quien renunció al kirchnerismo por este tema, aseguró que "no pasarán sobre los glaciares, y esa es una decisión firme y transparente".
Con nutrida presencia de ambientalistas, científicos y algunos legisladores las exposiciones, en la audiencia pública, coincidieron en la imperiosa necesidad de una ley de protección al ecosistema glaciar.
Entre los disertantes, el científico Osvaldo Canziani, copresidente del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático y Premio Nobel de la Paz en 2007 alertó sobre un modelo de desarrollo económico y la necesidad de convertirlo en “modelo de desarrollo humano” ya que en este siglo si no variamos el rumbo no tendremos agua potable.
La diputada con mandato cumplido Martha Maffei, autora del proyecto de Ley, aprobado en ambas cámaras y luego vetado por el ejecutivo, afirmó: "tenemos que preservar los glaciares a sangre y fuego, porque ahí está casi 70 por ciento del agua potable del país". Recalcó además que "la ley vetada no prohíbe una actividad (la minera), sino que impide que la actividad nos mate a todos".
El representante de la UAC y RENACE, Rodríguez Pardo y Raúl Montenegro por RENACE expusieron sobre los siniestros planes de Barrick Gold que pretendía “cambiar de lugar “el glaciar Esperanza para sus fines explotadores.
Enrique Viale, presidente de la Asociación de Abogados Ambientalistas señaló la importancia de defender la ley vetada e instó a “no caer en la trampa” del proyecto impulsado por el ejecutivo que pretende impulsar una nueva ley que, de aprobarse daría un marco legal a las trasnacionales y funcionarios de turno a la destrucción del ambiente glaciar. En tanto, los diputados de la Coalición Cívica, entre ellos Fernanda Reyes, Susana García y Horacio Alcuaz, pidieron que se insista en el tratamiento del proyecto de ley original de protección de glaciares. Reyes agregó su rechazo a las nuevas iniciativas elaboradas por el senador Daniel Filmus y el diputado Juan Carlos Gioja, porque "no hay que caer en la trampa del gobierno nacional".
Desde Conciencia Solidaria agradecemos la claridad de conceptos vertida por la mayoría de quienes disertaron en la audiencia pública a favor de la protección de los glaciares. También señalamos que no es hora de tibiezas, ni posible es estar al servicio de “dos señores” . No creemos en quienes puedan disertar a favor de la protección de glaciares y luego cruzar la calle Rivadavia y sentarse a consensuar con la comisión creada en el senado y liderada por Filmus, por una nueva ley de protección a los glaciares, que favorezca intereses espurios.
Sabemos de la fragilidad del sistema glaciar, como también la delicada definición científica del ambiente periglacial. No es hora de grises, aunque haya grises en temas que debaten aún los científicos. Alexis Carrel decía: Ciencia sin conciencia es la ruina del alma. La conciencia hoy nos impele a defender la ley vetada.
La realidad define actuar con grandeza, es prioritaria la defensa de los bienes comunes y en este caso el agua pura de nuestro sistema glaciar.
Conciencia Solidaria,
ONG Interprovincial
Acción en el Congreso
Por la Protección de los Glaciares!!!
No a los arreglos de políticos entreguistas .
No a una nueva ley que beneficie a las mineras.
Ver en:
http://www.youtube.com/watch?v=2fhjf9xxLWk
31 de marzo del 2009
La Genuina Ecología
Cuando el espíritu se enseñorea de la materia.
“…, necesito la nota para el diario mañana al mediodía. Un abrazo. Marcelo”
Mensajes de texto similares a este vienen siendo la señal consabida para presentar nuestros aportes a El Capillense. De este modo, la dirección del diario nos ofrece los márgenes más efectivos para poder escribir acerca de cuestiones que mudan momento a momento; permitiéndonos la posibilidad de incluir aspectos de última hora dentro de un marco tan dificultoso como lo es la periodicidad mensual de este medio.
Tal como en otras oportunidades señalábamos, cuántas cuestiones no podrán tomar otro rumbo de aquí a que este esfuerzo editorial independiente gane la calle, bajo el formato de una nueva edición. Posiblemente muchas; sino todas. Una de ellas, construcción y aporte de la humanidad al planeta de carácter aniquilador, es el antropomorfismo que estamos imponiendo a la superficie terrestre. Alejándola de su genuina y armónica posibilidad. Genuina y armónica tanto para el planeta como para el hombre mismo: Ser su imagen y semejanza.
¿Tenemos real consciencia de lo que estamos imponiendo a la vida terrestre? ¿Hemos sido capaces de percibir la terrorífica mueca que estamos esculpiendo sobre el perfecto gesto giocondino de la superficie planetaria?
Inevitablemente hemos de llegar a reflexionar, alguna vez, si esta imposibilidad de mostrarnos a imagen y semejanza del Creador, limitación estrictamente personal aunque de carácter global y general, no la proyectamos furiosamente sobre la faz planetaria tan solo para encontrar el más inmenso marco de complicidad imaginable. Esta imagen sardónica y deformada, que gradualmente se instala en la estirpe humana necesita que no exista espejo capaz de reflejarla. Así aniquilamos belleza, armonía, y arte, propios de la manifestación perfecta de la naturaleza. El lema pareciera ser Emparejemos para Abajo. Si todo es degradación, pues, los degradados serán entonces un neo-aspecto natural. Si todo es interferencia, desvío, traición, especulación, lucro, egoísmo, seducción, o cualquiera de los alejamientos conocidos, o por descubrir de la verdad, lo mismo pues.
Sea por la megaminería altamente tóxica y dañina, así como por los monocultivos y el corrimiento de las fronteras rurales; la prostitución infantil o el mero acto del tráfico de influencias o narcóticos, el antropomorfismo de índole altamente degradante es el carcoma que más velozmente incide sobre esta inestable realidad. Las guerras son uno de sus brazos más efectivos, sino el más. Las hay convencionales, donde abiertamente su reconocimiento es posible; pero las hay ocultas, digitadas y planeadas por medio de estrategias aplicadas desde las cúpulas del poder mundial; donde no son Naciones las que combaten, sino sólo algunos potentados cuya bandera es la riqueza; siendo su enemigo todo aquel que se oponga a los más efectivos y veloces métodos para obtenerla.
Y nuestro planeta, resistiendo. Y la infinita e inmensa Consciencia Cósmica que lo sustenta, amando. Amando inmutablemente. Amando a quienes trabajan incansablemente para la recuperación del equilibrio planetario; pero amando del mismo modo a quienes lo han llevado al deterioro que hoy ostenta. Y este es el secreto del Ave Fénix que muchos auguran. Esa es la garantía por la cual todo es posible; aunque este antropomorfismo burdo y exterminador encuentre a diario la renovación y sumatoria de sus sicarios. El Inmutable y su Leyes también han de ser tenidos en cuenta a la hora de otear temas ambientales o de cualquier índole. Lo que el Creador permitió ayer lo permitirá hoy, así como lo hará mañana. Su inmutabilidad es la única garantía evolutiva que tenemos. Somos los individuos quienes debemos mudar de posiciones y transformarnos. El Inmutable ofrece sus inmutables leyes para que nos sostengamos en ese ensayo. Él no responderá a ruegos referentes a lo que fuera. Incluso a los aspectos más altruistas y benéficos que estos ruegos pudieran tener como finalidad. No mudará. Nosotros estamos invitados a la mudanza. Nosotros estamos siendo estimulados por la Ley Interna a regenerar la vida planetaria. Forma parte de nuestro aprendizaje del dominio de las leyes materiales complementar evolutivamente, con nuestras mudanzas y adaptaciones, las garantías de inmutabilidad del Único. ¿Dejarán de presentar denuncios los mineros porque pidamos al Inmutable que no los otorgue o autorice? ¿Mejorará la condición socio-económica de esta región, o de cualquier otra, simplemente porque roguemos que así sea? ¿Qué motivos tendría el Único, el Inmutable, para alterar situaciones que, por medio de Leyes que son su expresión, se tornan única vía de aprendizaje -y purificación- para una cultura planetaria como la que constituimos? Aquel adagio que cita “el planeta se cambia en cada individuo que logre transformarse”, debería ser tenido en cuenta como la revelación del accionar oculto y efectivo de las Leyes Cósmicas. Cuando el gobernador de la provincia de Santa Cruz, Daniel Peralta, en estos días de principios de marzo, presenta un proyecto de ley que, de aceptarse, comprometería infamemente el 70 % del territorio provincial por entreguismo a la megaminería, no busca la elevación y transformación de la vida planetaria. Tal es el peso de las acciones individuales, aunque en bambalinas se oculten grandes financistas del saqueo. Tal es el peso, decíamos, de una acción artera cometida por un individuo que fue elegido para proteger y representar a sus coterráneos. El 70 % de una provincia está a una ínfima distancia de tornarse un ámbito imposible para la vida bajo cualquiera de sus formas. Con el agravante, si es que fuera esto posible, de que el restante 30% no quedará excluido de posibles explotaciones mineras, sino que serán reguladas por otros aspectos del código de minería y lo que la secretaría provincial del área disponga.
Si cada individuo hiciera lo necesario, y de modo correcto, las situaciones traumáticas que se reflejan en todos los campos de vida ofrecidos a la humanidad disminuirían notoriamente. No desaparecerían, cabe aclarar. Las posibilidades de agotamiento de ese tipo de experiencias, denominadas traumáticas, no será posible mientras la presión de la capa psíquica del planeta guarde su actual condición. Su verdadera erradicación operará sólo con el fin de la transición actual de la Tierra.
Al dedicarse políticos, agentes del orden, burócratas, comerciantes, docentes, empresarios, campesinos, citadinos, religiosos, y cualquier individuo, sin distinciones de edad, sexo, raza, u origen, a la realización de lo necesario del modo correcto, la actual situación quedaría zanjada en un amplio porcentaje.
El problema, para que ciertas cuestiones funcionen, suele radicar en que exigimos que otros den los primeros pasos. Conste que no es por vergüenza, como cuando adolescentes nunca queríamos salir a bailar los primeros. Sino porque no tenemos intenciones de asumir la unificación de esfuerzos. Solemos quedarnos en una delicada unificación de criterios; generalmente con matices inestables, pero unificación en algún grado.
Los esfuerzos deben ser la señal que los otros nos den. Algo que esperamos ver en los demás para evaluar si su posición es genuina. Ver si realmente están dispuestos a que hagamos aquello. Sea lo que fuera ese aquello, el otro debe darme su prueba o garantía. Primero que sea él quien nos muestre. ¿Basta con esto? ¿Una vez recibido el guiño por parte de alguno de los pocos que están dispuestos a arremangarse y trabajar, nos sumamos? No. Claro que no. No al menos en la mayoría de los casos. Es que aquel lo hace tan bien solo que…¿para qué me necesita finalmente? Si aquello le va como anillo al dedo. Ahí va, sobrellevando de modo honroso la situación.
El problema son los resultados. La sinergia que debería fundarse e instituirse queda anulada como poderosa posibilidad. Cada vez que la vida nos presenta la oportunidad de servir, y unificarnos con otros seres, nos está invitando a reponer el equilibrio planetario perdido. Siempre el Inmutable por medio de sus Leyes mantuvo, mantiene, y mantendrá, esta posibilidad. La situación de la superficie terrestre deviene de la negativa que como individuos y humanidad sostenemos desde tiempos inmemoriales en relación a nuestra falta de actitud. Sólo que ahora, cuando la sangre pareciera estar a punto de llegar al río, creemos que somos muy avizores e inteligentes por darnos cuenta de lo obvio: El planeta está contaminado, degradado en su potencial, y existe una casta de saqueadores cuya bandera es el signo $.
Sin negar que la situación es aproximadamente la que pasamos en estos tiempos a descubrir, de nada sirve una observación pasiva de la misma, cuyo principal fundamento sea: ¿Cómo puede haber gente que sea capaz de hacer esto al planeta?
De limitarnos a eso, no debería extrañarnos que esa gente -que es capaz de hacer eso a la vida planetaria que nos incluye en un todo- alcance fácilmente sus propósitos fundamentando parte de su lógica saqueadora en un concepto: No hay quienes tengan suficiente coraje por la vida, e interés por lo que ocurre, como para unirse e impedir que lo hagamos.
Posiblemente, claro está, no faltará quienes nos tilden de exagerados. Este hombre magnifica. ¡Por favor!... ¿Cómo no vamos a responder si nuestras vidas, familias, territorio, y planeta están en riesgo cierto? Allí estaremos…como lo demostraremos en la próxima oportunidad que lo requiera.
Pero no estuvieron en la última oportunidad que lo requirió, ni en la anterior, ni en la anterior a la anterior. Claro que la memoria es selectiva. Aquí en Punilla y en Malasia. Podrían dar testimonio de esto algunos de los individuos que se subieron al carro, una vez cruzada la meta, del denodado esfuerzo, con aciertos y yerros, que los luchadores del lema Despierta y Conciencia Solidaria asumieron para, de momento al menos, evitar la actividad megaminera en la provincia de Córdoba. Debimos aprender a escuchar con paciencia el por fin sacamos la ley en Córdoba, de boca de personas a quienes les era absolutamente indiferente el tema del riesgo minero. Y la peor de las indiferencias. Aquella que se sostiene después de que la información, profusa y objetiva, fue puesta a nuestro alcance.
Así, con el ejemplo dado, buscamos poner a disposición lo que podría ocurrir en gran escala si conjuntos de seres -que bien podría ser una mayoría y no una simbólica minoría como ahora opera- se dispusieran a poner en funcionamiento la verdadera sinergia que de la unión de consciencias resulta.
No hacer lo que corresponde nos anula como individuos de modo gradual e ininterrumpido. Nos aleja de la vertiente espiritual capaz de armonizar y equilibrar la vida global que nos incluye. Debemos aprender a liberar nuestro espíritu ofreciéndole genuina participación en el tratamiento de la vida formal del planeta. Todo campo material está ávido de luz. Trabajar por el medioambiente, la ecología, la educación, la salud, los aspectos variados de índole social, no implica el alejamiento del patrón interno o espiritual. Significa una única e irremplazable oportunidad de acercarnos a la síntesis propuesta para estos tiempos de transición. La experimentación directa de la espiritualidad activa.
Entonces, sin pedirle al Inmutable que se aleje de su inmutabilidad, se impone no dirigirle ruegos que evitarían asumir nuestras responsabilidades. Estamos enfermos por evasión de lo que desde siempre nos correspondió asumir. Nos alejamos del patrón arquetípico por medio de elecciones que tuvieron como principal motor no asistir la necesidad del modo correcto. Estamos enfermos, decíamos, endémicamente, de no hacer lo necesario.
Recurriendo a la poca cordura de la que podamos disponer, sostenida en la dosis de sentido común que aún conservásemos, no pidamos al Único que se enferme también. No busquemos llevarlo a la coyuntura de la rana y el alacrán. Entendámoslo profundamente en consciencia, abiertos a su condición de inmutabilidad, y, rompiendo nuestro encapsulamiento, asumamos la mutabilidad que a Él solicitamos ingenuamente para nuestro beneficio. Él representa la Meta Única.
Cuando todo lo que realicemos sea finalmente para consumar esa única meta, estaremos haciendo aquello que de nosotros espera la consciencia planetaria. No existe mayor ecología que esta.
Nota escrita por un integrante de Conciencia Solidaria, Córdoba para la publicación en “El Capillense” 20.03.09
30 de abril del 2009
Reuniones secretas y audiencias públicas
El CEO de Barrick Gold se reunió en secreto con el gobernador Gioja para definir el inicio del proyecto Pascua Lama. Esa misma empresa ya opera en San Juan con otra explotación aurífera cuestionada por los daños que ocasiona al medio ambiente.
El dato, sumamente importante, lo publicó El Diario de Cuyo, pero no tuvo eco en los medios nacionales. En su edición del 27 de febrero último, el periódico sanjuanino informó que el CEO de la Barrick Gold, Aaron Regent, llegó a San Juan en su avión privado, procedente de Vancouver (Canadá), donde tiene su cuartel general la cuestionada minera.
El poderoso ejecutivo, de apenas 43 años, llegó a la provincia cordillerana para mantener una reunión secreta con el gobernador José Luis Gioja, que se prolongó durante tres horas. Al término del cónclave, regresó de inmediato a su base canadiense.
El capo de la Barrick y sus acompañantes viajaron discretamente en tres remises “como para no llamar la atención”. La reunión comenzó a las 12.45 y terminó a las 15.40, “cuando se vio salir a los hombres de la Barrick y a Gioja, todos muy sonrientes”. “Por la mañana la reunión se manejó en extremo secreto y hasta había versiones distintas respecto al horario; desde el gobierno y desde Barrick repetían que no querían darles participación a los medios; pero ya había dos haciendo guardia desde temprano en Casa de Gobierno y fueron advertidos de que no podrían acercarse a charlar con Regent, que Gioja no hablaría y que tampoco podían acercarse los fotógrafos”.
Aunque el gobierno sanjuanino dijo que se trataba de un gesto meramente protocolar, a la periodista Viviana Pastor, autora de la nota en cuestión, no le costó deducir que nadie hace un viaje semejante y mantiene una reunión tan larga para un simple saludo. La presencia en el misterioso cónclave de Ron Kettles, el ejecutivo de la Barrick que tiene a su cargo el proyecto Pascua Lama, le permitió inferir que Regent, Gioja y sus colaboradores “estuvieron hilando fino” para definir el anuncio oficial del inicio de este megaemprendimiento (el mayor en toda Sudamérica) que supone una inversión superior a los tres mil millones de dólares y es también el primer proyecto minero argentino-chileno.
Según la nota, el anuncio se realizaría en abril próximo “para comenzar la construcción en septiembre”. La Barrick Gold ya opera en San Juan desde 2005 con otra explotación aurífera a cielo abierto, la mina de Veladero, severamente cuestionada por diversas organizaciones y prestigiosos científicos, por los daños que ocasiona al medio ambiente.
Como recordarán seguramente los lectores de Crítica de la Argentina, el gobernador Gioja, un fervoroso defensor de la Barrick Gold, influyó decisivamente para que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner vetara la Ley de Preservación de los Glaciares y del Ambiente Periglaciar, que había sido votada por unanimidad en ambas Cámaras. También recordarán, probablemente, que el senador César Ambrosio Gioja, hermano del gobernador sanjuanino y presidente de la Comisión de Minería del Senado, es a la vez dueño de la empresa minera Bentonitas Santa Gema S.A., que se presentaba en su página web como proveedora de la Barrick. La revelación, publicada en esta columna, determinó que el fiscal federal Federico Delgado realizara una denuncia formal ante la Justicia.
Tanto el senador Gioja como la propia Barrick Gold han intentado desmentirme sin éxito. La Barrick, por ejemplo, me envió un largo comunicado firmado por el señor Rodrigo Jiménez C., vicepresidente de Asuntos Corporativos de Barrick Sudamérica, donde afirma que “las tareas de cuidado y protección en el acceso a la mina Veladero son supervisadas por inspectores del gobierno provincial y, en forma más reciente, por especialistas del Ianigla (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales), que depende del Conicet”.
Me tomé el trabajo de preguntar acerca de esto al director del Ianigla, Ricardo Villalba, y me respondió textualmente: “Es importante aclarar que los estudios mencionados en el informe de la empresa Barrick Gold han sido realizados por profesionales del Conicet con lugar de trabajo en Ianigla, como una asesoría independiente, y por lo tanto no involucran el aval de nuestra institución. Estos trabajos están contemplados dentro de un convenio Conicet-Barrick, en el cual Ianigla no participa”.
O sea, la Barrick no sólo está detrás del veto presidencial, sino que vuelve a mentir como lo hizo en estudios de impacto ambiental que primero ignoraron la existencia de glaciares en su zona de operaciones, para terminar admitiendo su presencia.
En la Cámara de Diputados intentamos rechazar el veto y hasta le ganamos una votación al bloque oficialista por 108 votos contra 90. Lamentablemente, hacían falta dos tercios y el veto se mantuvo. Presentamos entonces un nuevo proyecto de ley, que es idéntico al de la diputada de mandato cumplido Marta Maffei, que había sido votado en forma unánime en ambas Cámaras.
El Poder Ejecutivo, por su parte, consideró que un voto unánime del Parlamento no tiene “suficiente consenso” y organizó un foro, con representantes “de las provincias cordilleranas”, para promover una nueva ley de glaciares. El tema se discutió recientemente en el Senado, pero no pudieron lograr un dictamen. En paralelo, el diputado Juan Carlos Gioja (que es hermano del gobernador Gioja y del senador Gioja), quien casualmente integra la Comisión de Minería de la Cámara baja, presentó un proyecto de ley que curiosamente excluye de la protección al “ambiente periglaciar”. Es decir a la principal fuente de agua potable que viene de la cordillera.
Quienes defendemos el espíritu y la letra de la ley original seguiremos apelando a la conciencia de los argentinos para proteger el ambiente y nuestros principales recursos naturales. Con ese propósito, el lunes, 30 de marzo, en el edificio anexo de la Cámara de Diputados, se realizó una audiencia pública a la que convocamos junto con el defensor del Pueblo, Eduardo Mondino, la ex diputada Maffei, el científico Osvaldo Canziani, copresidente del panel intergubernamental que ganó el Premio Nobel de la Paz 2007, diversas personalidades del mundo académico y representantes de distintas organizaciones ambientalistas.
Como la audiencia es pública, podía participar cualquiera que esté interesado en el tema y tenga algo que decir. El CEO de Barrick podría haberse tomado el avión y descolgarse en el auditorio del edificio anexo. En ese caso, hubiera tenido asegurada la palabra, pero no el secreto.
Por Miguel Bonasso
Fuente: www.criticadigital.com.ar
2 de abril del 2009
9º Encuentro Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC)
San Juan, Argentina
La Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) se autoconvocó en San Juan para realizar su 9ª asamblea, los días 24, 25 y 26 de abril del corriente.
En ese marco se llevará a cabo, el jueves 23 de abril, en instalaciones de la Universidad de San Juan, un foro debate sobre la urgente necesidad de proteger los glaciares y el ecosistema andino que comparten chilenos y argentinos.
Confirmaron su presencia importantes glaciólogos, geólogos, ingenieros, técnicos especializados en el tema que convoca, políticos de distintas corrientes, diputados, catedráticos, constitucionalistas y personalidades de los derechos humanos, de Chile y de Argentina.
Entre ellos se destacan Adolfo Pérez Esquivel, Osvaldo Bayer, Marta Maffei, Fernando Pino Solanas, Miguel Bonasso, Luis Zamora, Nora Cortiñas; el fiscal federal de Tucumán Antonio Gustavo Gómez, académicos como Maristella Svampa, Norma Giarracca, Mirta Antonelli, Horacio Machado, Pablo Bergel y Roberto Gargarella, Asociación de Abogados Ambientalistas y CEPPAS, entre otros. La coordinación estará a cargo de Javier Rodríguez Pardo.
Participarán glaciólogos de ambos lados de la Cordillera de los Andes y en los próximos días otros investigadores nacionales y extranjeros confirmarán su presencia.
La convocatoria es abierta a todo público con ánimo de participar, preguntar y debatir.
Contactos:
asambleasjnoalamina@yahoo.com.ar
uacsanjuan@hotmail.com
Noticias Web-Conciencia Solidaria
30 de marzo del 2009
"Quien controla las semillas, controla la comida y la vida”
ENTREVISTA A MARIE-MONIQUE ROBIN, AUTORA DEL LIBRO:
"EL MUNDO SEGUN MONSANTO"
Una compañía líder, un modelo agrario y sus consecuencias sociales y sanitarias. Los secretos de la empresa, su poder ante los gobiernos y la ciencia. La investigadora francesa aborda todas las claves para contextualizar el monocultivo de soja y los agrotóxicos a nivel global.
–¿Cómo define a Monsanto?
–Monsanto es una empresa delincuente. Lo digo porque hay pruebas concretas de ello. Fue muchas veces condenada por sus actividades industriales, por ejemplo el caso de los PCB, producto que ahora está prohibido, pero sigue contaminando el planeta. Durante 50 años el PCB estuvo en los transformadores de energía. Y Monsanto, que fue condenada por eso, sabía que eran productos muy tóxicos, pero escondió información y nunca dijo nada. Y es la misma historia con otros dos herbicidas producidos por Monsanto, que formaron el cóctel llamado “agente naranja” utilizado en la guerra de Vietnam, y también sabía que era muy tóxico e hizo lo mismo. Es más, manipuló estudios para esconder la relación entre las dioxinas y el cáncer. Es una práctica recurrente en Monsanto. Muchos dicen que esto es el pasado, pero no es así, es una forma de obtener ganancias que aún hoy está vigente. La empresa nunca aceptó su pasado ni aceptó responsabilidades. Siempre trató de negar todo. Es una línea de conducta. Y hoy sucede lo mismo con los transgénicos y el Roundup.
–¿Cuáles son las prácticas comunes de Monsanto en el orden global?
–Tiene prácticas comunes en todos los países donde actúa. Monsanto esconde datos sobre sus productos, pero no sólo eso, también miente y falsea estudios sobre sus productos. Otra particularidad que se repite en Monsanto es que cada vez que científicos independientes tratan de hacer su trabajo a fondo con los transgénicos, tienen presiones o pierden sus trabajos. Eso también sucede en los organismos de Estados Unidos como son la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) o EPA (Agencia de Protección Ambiental). Monsanto también es sinónimo de corrupción. Dos ejemplos claros y probados son el intento de soborno en Canadá, que originó una sesión especial del Senado canadiense, cuando se trataba la aprobación de la hormona de crecimiento lechera. Y el otro caso es en Indonesia, donde Monsanto fue condenada porque corrompió a cien altos funcionarios para poner en el mercado su algodón transgénico. No dudamos que hay más casos de corrupción donde Monsanto es quien corrompe.
–Usted también afirma que la modalidad de “puertas giratorias” es una práctica habitual.
–Sin duda. En la historia de Monsanto siempre está presente lo que en Estados Unidos se llama “la puerta giratoria”. Un ejemplo claro: el texto de reglamentación que regula los transgénicos en Estados Unidos fue publicado en 1992 por la FDA, la agencia norteamericana encargada de la seguridad de alimentos y medicamentos. La cual se supone es muy seria, al menos siempre yo pensaba eso, hasta antes de este trabajo. Cuando decían que un producto había sido aprobado por la FDA pensaba que era seguro. Ahora sé que no es así. En el ’92, el texto de la FDA fue redactado por Michael Taylor, abogado de Monsanto que ingresó a la FDA para hacer ese texto y luego fue vicepresidente de Monsanto. Un ejemplo muy claro de “puerta giratoria”. Hay mucho ejemplos, en todo el mundo.
–Monsanto fabricó el agente naranja, PCB y glifosato. Y tiene condenas por publicidad engañosa. ¿Por qué tiene tan buena prensa?
–Por falta de trabajo serio de los periodistas y la complicidad de los políticos. En todo el mundo es igual.
–¿Por qué Monsanto no habla?
–¿Has probado llamarlos?
–Sí, pero no aceptaron preguntas.
–También es lo mismo en todo el mundo. Ante cualquier periodista crítico, Monsanto tiene una sola política: “No comments” (sin comentarios).
–¿Qué significa Monsanto en el mercado mundial de alimentos?
–La meta de Monsanto es controlar la cadena alimentaria. Los transgénicos son un medio para esa meta. Y las patentes una forma de lograrlo. La primera etapa de la “revolución verde” ya quedó atrás, fue la de plantas de alto rendimiento con utilización de pesticidas y la contaminación ambiental. Ahora estamos en la segunda etapa de esa “revolución”, donde la clave es hacer valer las patentes sobre los alimentos. Esto no tiene nada que ver con la idea de alimentar al mundo, como se publicitó en su momento. El único fin es aumentar las ganancias de las grandes corporaciones. Monsanto gana en todo. Te vende el paquete tecnológico completo, semillas patentadas y el herbicida obligatorio para esa semilla. Monsanto te hace firmar un contrato por el cual te prohíbe conservar semillas y te obliga a comprar Roundup, no se puede utilizar un glifosato genérico. En este modelo Monsanto gana en todo, y es todo lo contrario de la seguridad alimentaria. De paso, recordemos, que la soja transgénica que se cultiva aquí no es para alimentar a los argentinos, es para alimentar a los puercos europeos. Y qué pasará en Argentina cuando las carnes de Europa deban etiquetarse con que fueron alimentadas con soja transgénica. Se dejará de comprar carnes de ese tipo y Argentina también recibirá el golpe, porque le bajará la demanda de soja.
–Estuvo en Argentina, Brasil y Paraguay. ¿Qué particularidades encontró en la región?
–Hay que recordar que Monsanto entró aquí gracias al gobierno de Carlos Menem, que permitió que la soja transgénica entrara sin ningún estudio. Fue el primer país de América latina. Luego desde Argentina se organizó un contrabando de semillas transgénicas, de grandes productores, hacia Paraguay y Brasil, que se vieron obligados a legalizarlo porque eran cultivos que luego se exportaban. Y luego llegó Monsanto a reclamar sus regalías. Fue increíble cómo se expandió la soja transgénica en la región, y en tan pocos años. Es un caso único en el mundo.
–En la década del ’90 Argentina era denominada como alumno modelo del FMI. Hoy, con 17 millones de hectáreas con soja transgénica y la utilización de 168 millones de litros sólo de glifosato, ¿se puede decir que Argentina es un alumno modelo de los agronegocios?
–Sí, claro. Argentina adoptó el modelo Monsanto en tiempo record, es un caso paradigmático. Pero también hubo algunos problemitas con el alumno modelo. Como las semillas transgénicas son patentadas, Monsanto tiene el derecho de propiedad intelectual. Eso significa, como lo vi en Canadá y Estados Unidos, que les hacen firmar a los productores un contrato en los que se comprometen a no conservar parte de sus cosechas para resembrar el año próximo, lo que suelen hacer los agricultores de todo el mundo. Monsanto lo denuncia como una violación de su patente. Entonces Monsanto envía la “policía de genes”, que es algo increíble, detectives privados que entran a los campos, toman muestras, verifican si es transgénico y si el agricultor ha comprado sus semillas. Si no las han comprado, realizan juicios y Monsanto gana. Es parte de una estrategia global: Monsanto controla la mayoría de las empresas semilleras y patenta las semillas, exigiendo que cada campesino compre sus semillas. Lo que pasó aquí es que la ley argentina no prohíbe guardar las semillas de una cosecha y utilizarlas en la próxima siembra. En un primer momento Monsanto dijo que no iba a pedir regalías, y dio semillas baratas y Roundup barato. Pero en 2005 comenzó a pedir regalías, rompió el acuerdo inicial y por eso mantiene un enfrentamiento judicial con su alumno preferido.
–El Roundup tiene un papel protagónico en este modelo. Muchas comunidades campesinas e indígenas denuncian sus efectos, pero hay pocas prohibiciones.
–Es un impacto increíblemente silenciado. Nadie puede negar lo que traen aparejadas las fumigaciones con este herbicida, totalmente nocivo. Tengo la seguridad de que va a ser prohibido en algún momento, como fue el PCB, estoy segura de que llegará ese momento. De hecho en Dinamarca ya fue prohibido por su alta toxicidad. Es urgente analizar el peligro de los agroquímicos y los OGM (Organismos Genéticamente Modificados).
–Sin embargo, las grandes empresas del sector prometen desde hace décadas que con transgénicos y agrotóxicos se logrará aumentar la producción, y así se acabará con el hambre del mundo.
–Argentina es el mejor ejemplo de esa mentira. ¿Qué tal le ha ido con la sojización del país? Se ha perdido en la producción de otros alimentos básicos y aún hay hambre. Este modelo es el modelo del monocultivo, que acaba con otros cultivos vitales. Es una transformación muy profunda de la agricultura, que lleva directo a la pérdida de la soberanía alimentaria, y lamentablemente ya no depende de un gobierno para poder revertirlo.
–¿Por qué al proceso agrario actual usted lo llama “la dictadura de la soja”?
–Es una dictadura en el sentido de un poder totalitario, que abarca todo. Hay que tener claro que quien controla las semillas controla la comida y controla la vida. En ese sentido, Monsanto tiene un poder totalitario. Es tan claro que hasta Syngenta, otra gran empresa del sector y competidora de Monsanto, llamó a Brasil, Paraguay y Argentina “las repúblicas unidas de la soja”. Estamos en presencia de un programa político con fines muy claros. Una pregunta simple lo demuestra: ¿Quién decide qué se va a cultivar en Argentina? No lo decide ni el Gobierno ni los productores, lo decide Monsanto. La multinacional decide qué se sembrará, sin importar los gobiernos, lo decide una empresa. Y, para peor, la segunda ola de transgénicos va a ser muy fuerte, con un modelo de agrocombustibles que acarrea más monocultivo. Y, a esta altura, ya está claro que el monocultivo es pérdida de biodiversidad y es todo lo contrario de la seguridad alimentaria. Ya no hay dudas de que el monocultivo, ya sea de soja o para biodiésel, es el camino hacia el hambre.
–¿Cuál es el papel de la ciencia en el modelo de agronegocios, donde Monsanto es sólo su cara más famosa?
–Antes pensaba que cuando un estudio era publicado en una prestigiosa revista científica, se trataba de un trabajo serio. Pero no. Las condiciones en que se publican algunos estudios son tristes, con empresas como Monsanto presionando a los directores de las revistas. En el tema transgénico queda muy claro que es casi imposible realizar estudios del tema. En muchas parte del mundo, Estados Unidos o Argentina, los laboratorios de investigación son pagados por grandes empresas. Y cuando el tema es semillas, transgénicos o agroquímicos, Monsanto siempre está presente y siempre condiciona las investigaciones.
–¿Los científicos tienen temor o son cómplices?
–Ambas cosas. El temor y la complicidad están presentes en los laboratorios del mundo. En el libro dejo claro que hay científicos, en todos los países, cuya única función es legitimar el trabajo de la empresa.
–¿Cuál es el papel de los gobiernos para que empresas como Monsanto avancen?
–Los gobiernos son los mejores propagandistas de los OGM (Organismos Genéticamente Modificados). Realizan un trabajo de lobby increíble. Monsanto les lleva sus estudios, su información, sus revistas y fotos, todo muy lindo. Les dicen a los políticos que no habrá contaminación y salvarán al mundo. Y los políticos hacen lo suyo. Y también hay presiones. Diputados franceses han denunciado públicamente las presiones de Monsanto, hasta reconocieron que la compañía contactó a cada uno de los 500 diputados para que legislen según los intereses de la empresa.
–¿Y el papel de los medios de comunicación?
–Me da mucha pena porque soy periodista y creo en lo que hacemos, creo que es una profesión con un papel muy importante en la democracia, pero hay una gran manipulación de los medios. En todo lo referido a los transgénicos, la prensa no trabaja seriamente. Los medios miran la propaganda de Monsanto y la publican sin cuestionamientos, como si fueran empleados de la empresa. También es público que Monsanto invita a comer a los periodistas, les realiza regalos, los lleva de viaje a Saint Louis (donde está su sede central); los periodistas van muy contentos, pasean por los laboratorios, no preguntan nada y ya. Así funcionan los medios con Monsanto. También registré casos en los que Monsanto busca, en cada medio de comunicación, un defensor. Establece contacto con él y logra opiniones favorables. No sé si hay corrupción, pero sé que Monsanto logra su objetivo. En Argentina es claro cómo actúa, al ver algunos artículos de suplementos rurales se ve que en lugar de artículos periodísticos son publicidades de Monsanto. No pareciera que un periodista lo escribió, fue directamente la compañía.
–¿Qué evaluación hace del enfrentamiento entre el Gobierno y las entidades patronales del agro?
–En 2005 entrevisté a Eduardo Buzzi, estaba furioso por el asunto de las regalías reclamadas por Monsanto. Hablaba de las trampas de Monsanto. Y además hablaba de los problemas que traía la soja, hasta me puso en contacto con pequeños productores que me hablaron de las mentiras de Monsanto, de la resistencia que mostraban las malezas, que había que utilizar más herbicidas y que los campos quedaban como tierra muerta. Buzzi sabía todo eso y me decía que cuestionaba ese modelo, afirmaba que la soja traía la destrucción de la agricultura familiar y me decía que Federación Agraria representaba ese sector, que enfrentaba a los pools de siembra y a las grandes empresas. Y Buzzi denunciaba mucho este modelo, muy buen discurso. Pero ahora no sé qué pasó. Nunca lo volví a ver y me gustaría preguntarle qué le pasó que ahora se une con las entidades más grandes, me extraña mucho el cambio que muestra. Y encima Buzzi está con Aapresid (Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa –integrada por todas las grandes empresas del sector, incluidas las semilleras y agroquímicas–), que es la que más gana con todo este modelo, y que apareció poco en este conflicto. Aapresid manipula todo y está con los grandes sojeros, que no son agricultores y que hasta promueven un modelo sin agricultores. Entonces no entiendo cómo Federación Agraria dice representar productores chicos y está con Aapresid. Lo de Federación Agraria es muy extraño, no se entiende.
–¿Y el papel del Gobierno?
–Las retenciones pueden ser que frenen algo del proceso de sojización. Pero no es una solución frente a un modelo tan agresivo. La solución tiene que ser algo mucho más radical y no a corto plazo. Claro que la tentación de los gobiernos es grande, la soja trae buenos ingresos, pero hay que pensar a largo plazo. No hay soluciones simples y cortoplacistas para un modelo que echa a campesinos de sus tierras y, fumigaciones mediante, contamina el agua, la tierra y la gente.
Por Darío Aranda
Fuente: www.pagina12.com.ar
2 de abril del 2009
La Corte Suprema suspendió todos los desmontes y talas en cuatro departamentos de Salta
En un fallo histórico, la Corte Suprema de Justicia de la Nación suspendió todos los permisos para tala y desmonte en cuatro departamentos de la provincia Salta. La medida es por 90 días hasta que se realice un estudio de impacto ambiental acumulativo de los desmontes y la provincia presente el ordenamiento territorial de sus zonas boscosas de acuerdo a los criterios de la Ley de Bosques.Este fallo responde a una demanda contra el gobierno de Salta y la Nación presentada en diciembre último por varias comunidades indígenas y campesinas afectadas por los desmontes.
La Corte Suprema de la Nación suspendió por 90 días todas las autorizaciones para desmontes en cuatro departamentos de Salta: en ese lapso, las autoridades provinciales y el Ministerio de Ambiente de la Nación deberán elaborar un estudio de impacto ambiental –“con amplia participación de las comunidades de la zona”– sobre el efecto acumulativo de los desmontes ya efectuados, que llegan a un millón de hectáreas. Las ulteriores autorizaciones deberán atenerse a los resultados de ese estudio. La medida sucede al “cese provisional” que ya había dispuesto la Corte para los desmontes autorizados en el último trimestre de 2007.
En diciembre del año pasado, 18 comunidades aborígenes habían presentado un recurso de amparo contra la provincia de Salta y el Estado nacional, con relación a “un abrupto incremento en los pedidos de autorizaciones para desmonte en el último trimestre de 2007”, ante la inminente sanción de la Ley 26.331, de Protección de Bosques Nativos. El 29 de diciembre, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dispuso “el cese provisional de los desmontes y talas de bosques nativos en los departamentos de San Martín, Orán, Rivadavia y Santa Victoria autorizados por la provincia de Salta durante el último trimestre de 2007” y convocó a una audiencia pública para el 18 de febrero: entonces el ministro de Ambiente salteño, Julio Nasser, defendió las autorizaciones para desmontes, mientras que los representantes de las comunidades alertaron sobre “la pérdida total de los bosques nativos en los próximos quince años”.
Ahora, la Corte Suprema ordenó “suspender todas las autorizaciones de tala y desmonte y su ejecución” en los cuatro departamentos, hasta tanto la provincia de Salta, en el plazo máximo de 90 días, realice un estudio de “impacto ambiental”, “en forma conjunta con la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación” y en el que “se deberá dar amplia participación a las comunidades que habitan en la zona afectada”. Ese estudio “deberá concentrarse en el impacto ambiental acumulativo de la tala y desmonte sobre el clima, el paisaje, el ambiente y las condiciones de vida de los habitantes”.
Según el fallo de la Corte, en Salta “se otorgaron autorizaciones tomando en consideración el impacto ambiental de cada una, pero no se efectuó ningún estudio sobre el efecto acumulativo de todas las autorizaciones”, pese a que “la tala y desmonte de un millón de hectáreas tendrá un efecto que no se puede ignorar”. Entonces, “se configura una situación de daño grave porque podría cambiar todo el clima en la región, afectando no sólo a los actuales habitantes, sino a las generaciones futuras” con “un perjuicio irreversible”. La Corte aplica entonces el “principio precautorio”, que “produce una obligación de previsión extendida y anticipatoria”, en lugar de “actuar una vez que los daños se manifiesten”.
Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia, destacó “la importancia doctrinaria de esta sentencia: es la primera vez, en la Argentina y en casi todo el mundo, que se aplica el principio precautorio en materia ambiental”.
El titular de la Corte admitió que, una vez realizado ese estudio, “es facultad de la provincia de Salta decidir sobre las autorizaciones para desmontes”. Advirtió que “se debe buscar un punto de equilibrio, ya que tampoco se puede trabar el desarrollo”, y señaló que la protección buscada “no sólo se refiere a las comunidades de la zona, sino también a los productores, ya que, supongamos, un desmonte para cultivar soja puede resultar beneficioso hoy pero, diez años después, dejar el área convertida en un desierto”.
–Los términos de la “amplia participación de las comunidades de la zona” en el estudio de impacto ambiental, ¿serán establecidos por el gobierno de Salta?
–Se trata de una decisión local –contestó Lorenzetti–. De todos modos, la reglamentación de la Ley 7543 de Medio Ambiente, de Salta, deberá incluir la participación de las comunidades. El Ejecutivo provincial todavía no concretó esa reglamentación.
–¿Qué sucederá si, luego del estudio de impacto ambiental, el gobierno de Salta decide que continúen los desmontes?
–No es fácil que eso suceda porque el estudio implica la certificación por un equipo técnico –afirmó Lorenzetti–. En todo caso, la Corte Suprema no puede ignorar las competencias constitucionales: estos temas deben ser resueltos por las autoridades locales. Por lo demás, el estudio de impacto ambiental puede a su vez ser impugnado mediante un procedimiento administrativo provincial y por recurso ante esta Corte.
Lorenzetti agregó que “el cumplimiento de sentencias como ésta, referidas a bienes colectivos, se vincula con cambios culturales, y no se puede pretender que la sociedad cambie abruptamente. También es función de la Corte promover estos diálogos y es importante que se haga visible el efecto de las negligencias individuales sobre lo colectivo. Las políticas públicas son decididas por los gobernadores, y en función de estas decisiones la gente los votará o no. La Corte actúa ante amenazas concretas: en este caso, una amenaza que las propias autoridades provinciales han reconocido y que todavía no ha sido estudiada”.
La medida tiene una importancia enorme ya que reconoce que la deforestación puede causar un perjuicio acumulativo e irreversible a nivel regional, como también reconoce sus consecuencias sobre el régimen climático y los efectos sobre sus habitantes.
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viernes, 3 de abril de 2009
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