sábado, 29 de mayo de 2010

Comunicado de Prensa: Canadá en la mira

La Asamblea El Algarrobo y el pueblo de Belén, Julieta Díaz, Conciencia Solidaria, y el Dr. Geólogo Carlos Seara, reunidos con diplomáticos canadienses se sintieron ante los oídos de los megamineros

Video: http://www.youtube.com/watch?v=tpyKNw3kWPM&feature=email

El 27 de mayo de 2010 estaba pautada para las 10h una reunión histórica en la Embajada de Canadá. Miembros de la Asamblea el Algarrobo, integrantes de la ONG Conciencia Solidaria y el reconocido geólogo Carlos Seara y un vecino de Belén se acercaron para elevar sus denuncias por violación de derechos humanos, destrucción y contaminación por parte de empresas mineras canadienses. De la reunión participarían los vicepresidentes de minera Agua Rica y de La Alumbrera.

La reunión tal cual estaba prevista se abortó ya que la Embajada alegó que no estaban dadas las condiciones adecuadas para la misma ante la posibilidad de una manifestación en las puertas de la sede diplomática. Argumentaron la falta de seguridad hacia “los empresarios” por el riesgo que implicaría una acción callejera, mientras puertas adentro y con los condicionamientos impuestos por su protocolo (no permite prensa ni grabaciones ni develar la fuente de la información), se desarrollaría una reunión para iniciar según ellos un dialogo, impensable para quienes fuimos a denunciar.

Finalmente ante la presencia nutrida de los denunciantes, los diplomáticos decidieron recibir a la delegación completa, sin los mineros, mientras en la calle un pacífico grupo de vecinos de todo el país acompañaron el reclamo con banderas con lemas como “Canadá basta de subvencionar megamineras que violan los derechos humanos” y “ANDAGALÁ NO SE VENDE, El Aconquija NO SE TOCA, NO Agua Rica."

Los integrantes de Asamblea El Algarrobo presentaron una denuncia formal por mesa de entrada de la Embajada por el accionar de las mineras canadienses en nuestro territorio, en especial contra minera Agua Rica y minera La Alumbrera, exigiendo el inmediato cese de actividades de la empresa Yamana Gold en el departamento de Andalgalá.

La insensibilidad del gobierno canadiense quedó manifestada en esta reunión; alegar ante lo expuesto que se trata de dos opiniones encontradas es necio y los inculpa, siendo que la verdad son los hechos que se muestran a las claras y no revisten opinión alguna y si una remediación inmediata.

Se exigió a los diplomáticos debate público con los empresarios mineros y fin de la connivencia político- empresarial- multimedia, investigación por parte de la Embajada, fin de los permisos asesinos disfrazados de diplomacia y desconocimiento. Que el estado canadiense se responsabilice de la contaminación, las enfermedades y destrucción del territorio por el accionar megaminero de sus empresas y ponga freno a sus actividades. Así mismo se colocó que jamás volveremos a aceptar argumentos por parte de empresas y diplomáticos alegando que las empresas canadienses son respetuosas de las leyes vigentes en el país, ya que son inmorales y fueron aprobadas a espaldas del pueblo por funcionarios corruptos en connivencia con las empresas mineras. No más clandestinidad, privacidad ni ocultamiento: El gobierno de Canadá permite delitos de lesa humanidad.

El Agua y la vida no se negocian

Los Nevados del Aconquija No se tocan



Historia de una reunión a la que faltaron los mineros

Tres miembros de Conciencia Solidaria junto a un miembro de Profesionales por los Pueblos, fuimos recibidos el 5 de abril del corriente en la Embajada de Canadá en Bs As, por su consejero político y su consejero comercial como respuesta a la carta presentada al embajador Tim Martin el 9 de marzo. En tal fecha se realizó una manifestación con la consigna: Canadá Basta de subvencionar megamineras que violan derechos humanos. La acción aquél día duró más de una hora. Miembros de nuestra Ong sostuvieron la consigna, en castellano y en inglés, mientras por mesa de entrada se entregó - también traducida a ambos idiomas- , una carta que informa al Embajador de Canadá, junto a material fílmico documental, las violaciones a derechos humanos acontecidas en Andalgalá, Catamarca, el 15 de febrero, día de brutal represión. Siendo que es una deuda de la política externa de Canadá controlar las acciones de los ciudadanos canadienses, que agrupados en corporaciones, atentan contra la vida digna, pacífica y sustentable de ciudadanos argentinos.

En la reunión del día 5, esta carta ya estaba leída por quienes nos recibieron. Y entonces profundizamos sobre algunos puntos. La complicidad real de Canadá y su responsabilidad por violación a los derechos humanos en Argentina era lo que nos acercaba hasta ese sitio para, ante quien corresponde, hacer valer nuestro reclamo. Según el consejero comercial, las empresas mineras canadienses en Argentina, no violan leyes. Tuvimos que explicarles, que el Código minero y las leyes mineras, son inmorales y que creadas en los 90 a espaldas del pueblo y vigentes hoy, no cuentan con licencia social y entran en profunda contradicción con el espíritu general de nuestra Constitución Nacional – y puntualmente con su Art. 41- y también con nuestra Ley General del Ambiente, que sustentada en aquél, es específica en materia ambiental. Se habló de competencias de derechos, siendo que los intereses económicos no pueden competir con los derechos humanos básicos e inalienables, como lo son el derecho a vivir en un ambiente sano y desarrollarse en él dignamente. Derechos nuestros y que atañen a las futuras generaciones. El derecho a la vida, al agua, a la autodeterminación de los pueblos y a la expresión. Colocamos el ejemplo concreto de Andalgalá donde acontece una doble violación a los derechos humanos. Reprimiéndose a los que se defienden del impedimento a la continuidad de la vida en un ambiente sano. Colocamos que en Argentina, no se consultó a los pueblos si querían megaminería y se los reprime cuando le dicen Basta. Les informamos de los daños ocasionados durante los 13 años de operación de Minera La Alumbrera, de la contaminación de Catamarca y las provincias vecinas, de las enfermedades, sobre la destrucción del territorio y sus patrones socio culturales y económicos. Se hizo hincapié en la corrupción y el soborno, y las causas judiciales que justamente, por razones de corrupción, no prosperan. Más quien no quiere ver, menos ve.

En ese contexto, les explicamos el por qué no a Agua Rica, minera que triplica a La Alumbrera en dimensiones y exponencialmente en riesgo de contaminación, y que su informe de impacto ambiental fue vil y corruptamente aprobado, conteniendo gran cantidad de observaciones letales para los pobladores, visto esto, por la Universidad Nacional de Tucumán.

Denunciamos, cómo ante la firmeza del pueblo y su exigencia a que se vayan, las empresas redoblan su apuesta con más ofrecimientos de puestos de trabajo, artimaña que atenta contra la sostenibilidad real del pueblo; puestos de trabajo que en breve se reducen mayoritariamente en cantidad, que son insalubres y cómplices de la destrucción y pauperización de la Vida.

Los consejeros que nos atendieron nos hablaron de “Responsabilidad Social Empresaria”, elemento al que, según ellos, las empresas canadienses le dan mucha importancia, y nos informaron que era parte central de la política canadiense en Argentina. Contestamos que en el caso de la megaminería, efectivamente la llamada R S E, es una estrategia inmoral para coptar voluntades, ya que una empresa que viola derechos humanos y daña el medio ambiente no puede vanagloriarse de ofrecer a los citadinos cursos de huerta orgánica, tachos de basura, computadoras a escuelas o afines.

También estuvo presente en nuestra exposición la provincia de San Juan, cuando citamos los orígenes del capital de Barrick Gold, non- santos, tema que los alertó, y el Veto de Cristina Fernández de Kirchner a la Ley de Protección de Glaciares y Ambiente Periglacial, más fielmente conocido como el Veto de la Barrick Gold, que dejó a nuestro 70% de agua pura sin marco regulatorio.
Pero claro, nuevamente, no se ve lo que no se mira. Por eso, surgió invitarlos a viajar Andalgalá, y que constataran por ellos mismos la realidad, muy distinto al mero acto de recibir informaciones de empresarios y/o funcionarios en los escritorios de la Embajada. Informaciones conductivas a “puntos de vista diferentes” a la realidad que es una sola y que a gritos clama por justicia. Ante nuestra solicitud, hubo una contra oferta: una reunión con los empresarios mineros, ya que hay datos que nosotros aportamos que son diferentes a los que ellos les brindan, nos decían los diplomáticos. Quedamos entonces, en ir junto a otras personas para ampliar la mesa, contando posiblemente para esa oportunidad con la presencia de vecinos andalgalenses.

En agradecimiento

Mariela Silvestein
Coordinadora de Prensa

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